La persistencia del gesto
En el primer día se hizo un recorrido por la zona de La Veracruz, el Parque Botero y el Parque Berrío para entregar geles antibacteriales y volantes con información para concientizar a los adultos mayores, a las trabajadoras sexuales y a los vendedores ambulantes sobre cómo prevenir el coronavirus. También se tomó una lista de estas personas con números de teléfono y de cédula y dirección de residencia, para poder localizarlos y hacerles una entrega económica. Les cuento que mi primera reacción fue quedarme sorprendida al ver cómo muchas personas recibían el gel y la información, pero también cómo hubo otras que no les prestaban mucho interés.
El 20 de marzo tuve la experiencia también muy bonita cuando llegué, para apoyar como voluntaria de Putamente, al punto de encuentro donde se estaba haciendo la entrega de la ayuda económica y alimentaria a las personas más necesitadas. La verdad me dio de todo al ver la fila tan larga de todas esas personas para hacerles la entrega de la ayuda, en ningún momento hubo discriminación. Se entregó a quienes estaban en la lista y se anotó a los otros. Fue una experiencia muy bonita y satisfactoria el poder ayudar a todas estas personas. Todos agradecieron mucho el poder llevar a sus hogares con qué pagar una pieza o con qué dar de comer a sus familias. Qué satisfacción ver la alegría que teníamosn todas las que estábamos ahí, Melissa, Caudia y el resto del equipo. Ese día estuvo también a la policía que nos acompañó y nos brindó seguridad.
El 24 de marzo en la Casa del Encuentro se hizo la otra entrega del mercado y ayudas económicas. La verdad me quedé demasiado sorprendida al ver la cantidad de personas que estaban ahí: adultos mayores, mamás con niños, trabajadoras sexuales, población LGBTI y venezolanos. Todos estaban ahí. Fue una experiencia muy bonita el ver la cara de agradecimiento y de felicidad de todas esas personas que iban recibiendo qué poder llevar que comer a sus hogares y también con qué pagar una pieza donde poder dormir. También fue muy bonito ver la cara de alegría de Melissa, de Claudia, de la mona y de las demás compañeras por saber que se hizo una gran labor al apoyar a estas familias. Con esta entrega también hay que dar las gracias a la policía y a espacio público y a todas las personas que han aportado con estas ayudas, porque gracias a Putamente y a todos estos ángeles de buen corazón, muchas personas se están beneficiando.
El 2 de abril se hizo la otra entrega de los mercados. Como ya no podíamos salir y las restricciones eran más fuertes, me apoyaron para entregárselos a unas personas de mi barrio que están muy necesidades. Recibir estos mercados me llenó de mucha alegría porque se pudieron beneficiar muchas personas, entre ellas yo. Mi corazón no dejaba de saltar de felicidad cuando los llamé para que vinieran a mi casa por el mercado. Algunos los llevé yo misma porque las personas no podían venir por él. Lloré al ver cómo las personas daban las gracias y cómo ellos también lloraron de gratitud. Tuve muy en cuenta protegerme y proteger a las personas a las que les iba a hacer la entrega del mercado. Me puse los guantes, el tapabocas y la bata que me mandaron para la protección. Todas las personas dieron las gracias a Putamente Poderosas y a todas las personas que están dando estos aportes para que ellos puedan comer con sus familias.
De corazón me siento muy orgullosa de poder ser parte de esta labor tan bonita, de la cual también estoy dando a mis hijos y nietos que comer. Yo, Mónica, quiero dar las gracias de corazón a Putamente Poderosas, a Melissa, a Claudia, a todo el equipo de trabajo, a todas las otras compañeras y a todas las personas que trabajan duro para poder recoger estas ayudas. A todas las personas que desde lo más profundo del corazón donan con amor estas ayudas, que Dios les multiplique a ustedes y a sus familias y les siga bendiciendo para que nos sigan apoyando. Estamos totalmente agradecidos. Dios me los bendiga.
Mónica Martínez